Previa a mi asistencia al seminario he de reconocer que no tenía una opinión suficientemente formada y que, pese a tener ciertas nociones, asistir a propiciado que mi postura esté claramente a favor de apostar por el acceso abierto de los resultados generados por investigaciones financiadas mediante fondos públicos.
Considero que en todos los recursos generados por personal ligado a la administración pública (profesores titulares, trabajadores interinos, etc.) se debería contemplar el libre acceso por parte del conjunto de la sociedad, que es quien en ultima instancia hace posible que se lleven a cabo (vía impuestos fundamentalmente), de forma que el trabajo investigador tenga una repercusión real.
Por otro lado, la restricción de contenidos obstaculiza notablemente el proceso critico inherente al método científico, según el cual los resultados científicos queden expuestos a un continuo proceso de validación/refutación. Para ello no basta con las revisiones llevadas a cabo por los editores de turno, sino que estas deberían ser únicamente un proceso previo de presentación a la comunidad científica en su totalidad, sin tramas económicas de por medio, y no exclusivamente a los suscriptores de determinados medios.
Es por esto que considero que la apropiación de contenidos llevada a cabo por muchas editoriales constituye un trato abusivo, dada la escasa aportación que estas realizan, y para nada consisten un elemento esencial en la divulgación de resultados, ya que podrían ser reemplazadas por plataformas publicas de acceso abierto que a medio plazo supondrían un gran ahorro económico para todos, instituciones e investigadores.
Bajo mi punto de vista, el libre acceso a contenidos, ya sean estos publicaciones, código o conjuntos de datos, es de vital importancia en el desarrollo de un proyecto de investigación como el abordado en una tesis doctoral. Para un joven investigador que se introduce en un nuevo campo de conocimiento, el hecho de contar con un fácil acceso a fuentes de calidad es a todas luces un elemento vital. En particular, me gustaría hacer especial hincapié en la compartición de datos experimentales, que son en muchos casos exclusivos de centros de investigación públicos gracias a la instrumentación de que disponen. Dar acceso al uso y disfrute de esta información supondría una profunda democratización de la investigación, que en algunos casos es limitada en gran medida por los recursos disponibles y no por la capacidad y buen hacer de, en la mayor parte, jóvenes “incursores” en el ámbito de la investigación.
Parece claro que las medidas tomadas en el programa H2020 surgen como un elemento de presión ante la reticencia de muchos de los actores implicados en dar libre acceso a sus desarrollos. Dado que son las administraciones e instituciones publicas las únicas con capacidad real de trasladar un cambio en la forma de entender los resultados científicos, que ya se encuentra completamente arraigado en otros sectores (programadores, desarrolladores, etc.).
Creo que es conveniente considerar los motivos que nos han llevado a la situación actual, en la cual grupos de investigación e investigadores a titulo individual deben competir unos contra otros, bien para la consecución de proyectos de investigación como para su desarrollo docente/investigador. Resulta en parte contradictorio fomentar una cultura científica basada en la libre distribución y puesta en común mientras, al mismo tiempo, gran parte de los procesos conducen a una fuerte competencia que en ocasiones puede entrar en conflicto con esta mentalidad, o al menos a corto plazo.
Fruto de mi tareas investigadoras se genera un gran volumen de datos relacionados con el ámbito del procesado de imagen, y en particular, con sistemas de imagen multi e hiperespectral. Dichos datos son obtenidos gracias a instrumentos de elevadas prestaciones y muy difícil acceso, por lo que actualmente constituyen la base de mi trabajo doctoral. Es por esto que los datos adquiridos, hay que considerar que una imagen hiperespectral puede alcanzar dimensiones del orden de gigabytes, se prevé queden almacenados a largo plazo mediante recursos propios del grupo de investigación. Sin embargo, considero que la puesta a disposición de esta información podría favorecer en gran medida el desarrollo de este ámbito de investigación.
Considero que el primer responsable lo constituye el grupo de investigación propietario del sistema, aunque creo que la universidad debería proveer tanto herramientas como un adecuado asesoramiento de forma tal que faciliten esta tarea.
En mi ámbito concreto no creo que el libre acceso de mis resultados de investigación supusiera un impacto significativo en mi carrera investigadora, o al menos no en el mismo grado en que puede darse en otros sectores. Pese a esto, si considero que, en cualquier caso, de tener alguna repercusión esta seria siempre positiva, tanto para mi en particular como para el resto de la comunidad investigadora.
Como entidad publica, es de obligado cumplimiento que la universidad promulgue un acceso publico a los resultados generados. Aunque bien es verdad que el conjunto de la comunidad universitaria debería ser mucho mas consciente de esta realidad. Un dato significativo que debería difundirse mas es la cantidad de recursos económicos destinados al acceso de contenidos en determinadas revistas científicas (en el seminario se llegaba a citar el caso de la editorial Elsevier).