Reflexiones sobre open science tras el workshop «Winning Horizon2020 with Open Science»

Para comenzar quiero presentar mi perfil: Soy un ingeniero que trabaja en el departamento de física de la Universidad Carlos III de Madrid desde hace varios años y actualmente estoy desarrollando mis estudios de doctorado. Creo que puedo afirmar que poseo una carrera investigadora de cierto bagaje ya que he tenido la oportunidad de participar en proyectos de investigación de financiación pública y europea, proyectos con empresas, he participado en congresos, workshops y he podido publicar algunos de mis trabajos más innovadores de todos estos años.

Previamente a mi asistencia a este seminario mi conocimiento sobre la ciencia abierta era mínimo, casi lo que podía haber razonado del contexto y significado de las palabras ciencia abierta. Sí era conocedor de la filosofía del software abierto; y había leído algún artículo periodístico sobre las nuevas revistas de publicación gratuita de acceso abierto para los lectores, en contrapartida a las políticas de pago que imponen las editoriales de publicaciones científicas para este tipo de publicaciones de acceso libre.

Debido a mi desconocimiento anterior, la participación en este seminario me ha proporcionado mucha información que desconocía previamente y me ha permitido forjarme una opinión más fundamentada al respecto.

Creo que los principios que se proponen con el término ciencia abierta son muy interesantes y plantean la aproximación más lógica desde el punto de vista de la ciencia al servicio de una sociedad más prospera, igualitaria y sostenible. Sin embargo, creo que algunos de las bases en las que se está sustentando la ciencia abierta obvian algunos fundamentos de la sociedad actual que hacen que me plantee ciertas dudas el éxito de este atractivo proyecto.

Hoy en día todos los ámbitos de la vida, entre los que se incluye la investigación, están copados por un capitalismo mercado que promueve la competencia entre todos los agentes económicos, a todos los niveles. Quizás sea porque el término competencia esté siendo mal entendido o por alguna otra causa que se escapa a mi entendimiento, pero este capitalismo de mercado ha producido una intensa tendencia al individualismo (tanto personal, como institucional) en el que la idea de lo común está cada vez más arrinconada. En el ámbito de la investigación esto se traduce en un cada vez mayor acaparamiento de la propiedad intelectual, con el fin de conseguir una ventaja en el mercado respecto a nuestros competidores. A modo de ejemplo, de todos conocidos es la guerra de patentes entre Apple y Samsung, o el problemas con el desorbitado precio del tratamiento de la hepatitis C por los derechos de patente de una farmacéutica. A lo anterior ha de unirse el modelo de financiación actual de las universidades públicas, a las que cada día en mayor medida se las está privando de financiación pública, forzándolas a entrar en el mercado competitivo. Esto está degenerando en grupos de investigación cada vez más cerrados y desconfiados de posibles competencias de sus iguales, líneas de investigación marcadas por los intereses empresariales, búsqueda de la productividad cortoplacista en la investigación, científicos cada vez peor pagados, con mayor inestabilidad laboral y más preocupados de la venta de sus investigaciones que de realizar una investigación realmente excelente y de interés general, etc. Todos éstos, factores que van en contra de la idea de ciencia abierta.

No obstante, estos inconvenientes no deberían ensombrecer todas las grandes virtudes que plantea la ciencia abierta, sólo han de servir de advertencia para realizar una puesta en práctica realista. Sinceramente, creo que sería un error dejar el desarrollo de la ciencia abierta en manos de la ética de los investigadores y las instituciones científicas, ya sean públicas o privadas. Creo que el desarrollo de la ciencia abierta debería ir ligado a la implantación de una normativa que regule de forma sencilla los términos en los que ha de implantarse. La idea básica en la que, en mi opinión, debería sustentarse este desarrollo es en que SIEMPRE que una investigación esté financiada con dinero público, los resultados (conclusiones, datos, software, etc.) de esta investigación deben ser reproducibles y de acceso público.

Durante la celebración del seminario twitteé: #IamAnOpenScientistBecause I would like to feel part of semething bigger                 

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